Profesiones que ponen en riesgo tu audición

En muchas ocasiones, la pérdida auditiva que sufrimos puede deberse a una exposición prolongada al ruido durante nuestra jornada laboral.

Puede ser debido al entorno de trabajo o las herramientas y maquinaria que utilizamos y es que, si nos exponemos a una contaminación acústica superior a 85dB, de forma prolongada, puede ser perjudicial para nuestra salud auditiva.

Es por eso que hoy queremos mencionar algunos de esos trabajos en los que puede suceder lo anteriormente mencionado:

  1. Pilotos de Fórmula 1: Cuando se permanece en la cabina del coche de competición, se está expuesto a 135 dB por lo que es más que recomendable llevar protectores auditivos en todo momento.
  2. Obreros de la construcción: En la mayoría de lugares en los que se están realizando obras, hay presente maquinaria pesada que crea un ambiente ensordecedor. Podemos mencionar por ejemplo el martillo neumático que crea ruidos por encima de los 130dB.
  3. Personal aeroportuario: Las personas encargadas de estar en las pistas de despegue y aterrizaje de los aeropuertos se exponen a una escala de 140 dB.
  4. Carpinteros: El material que utilizan, como pueden ser motosierras o taladradoras pueden llegar a alcanzar los 120dB.
  5. Jardineros o encargados de jardines: Dependiendo de la maquinaria que utilicen, su salud auditiva puede verse afectada ya que algunas segadoras alcanzan los 107dB.
  6. Cazadores: éstas personas deben utilizar protectores auditivos ya que se exponen a ruidos de hasta 140 dB.
  7. Peluqueros/as: El ambiente en una peluquería es ruidoso a lo que se le suman el uso de los secadores, pudiendo alcanzar los 85dB.
  8. Músicos, djs o camareros/as: Estas personas se exponen durante un tiempo largo y continuado a música a altos volúmenes, llegando a sobrepasar dichos ambientes los 115dB.
  9. Repartidores en moto: De por sí éste medio de transporte ya genera un sonido de hasta 103dB a lo que debemos sumar la fuerza que tiene el viento mientras conducen.
  10. Profesores/as de guardería: El ambiente bullicioso de las clases sumado a lloros, gritos o voces de niños de manera continua supera casi siempre los 85dB.